En mi artículo para InfoLibre de esta semana sugiero que en nuestra lectura de la película Luca (y de muchos productos Disney) debemos reemplazar la mirada del exégeta por una mirada pedagógica. No se trata tanto de lo que las películas son, y ciertamente debería importarnos poco la intencionalidad: se trata de lo que queramos hacer con ellas.
Y Luca tiene un gran potencial para producir una lectura que articule una experiencia queer.
