
De entre todas las intervenciones en los últimos meses, ésta fue algo especial. Por ser en Valencia, por ser en el IVAM, por estar rodeado de viejos y nuevos amigos de varias capas (sincrónicas) de mi vida y de varias etapas (diacrónicas), desde la adolescencia hasta Facebook, porque me dio la oportunidad de ordenar ideas para continuar trabajando sobre cómo pensamos en el niño queer.
Fue una interesante coincidencia que mientras trabajaba en el texto de la conferencia tuviera lugar el debate sobre la cabalgata de reyes de Vallecas, lo cual me dio un buen punto de partida. El niño acaba siendo receptáculo de los problemas de los adultos y sus doctrinas sobre ideales sociales. La conferencia es, utilizando la expresión de Kathryn Bond Stockton, sobre “el niño queer que existe siempre dentro de la coraza de “el niño” como figura”, y me centro en plasmaciones del niño tanto a partir de este ideal de inocencia garantía del futuro y de otras intervenciones que tratan de liberar al niño de esta futuridad heteronormativa.
A partir de ahí hay una breve discusión de algunas de las ideas para mí más relevantes de No al futuro, de Lee Edelman, aunque también reconociendo sus limitaciones: es verdad que hay mucho cine que propone al niño como ideal asediado por la perversión, pero también, como otros ejemplos demostrarían, existen numerosas imágenes del niño como ente perverso… que por supuesto se articulan en el cine de terror.
A partir de una cita de un texto Beatriz Preciado, que pone el dedo en la llaga sobre la gestión de cierto modelo de niñez en nuestra cultura, paso a hablar de otras articulaciones, menos heteronormativas, de la infancia queer. Me detengo, como no podría ser de otro modo, con el modo en que ex-niños queer como Terenci Moix o D.A. Miller han recordado sus infancias, su evolución hasta convertirse en hombres gays adultos. Aquí, el musical Gypsy se revela como un texto central, tanto para Miller como para mí mismo. El niño queer “fracasa” en su camino hacia el modelo adulto (según el trabajo de Halberstam) y crece, en la feliz expresión de Stockton “hacia los lados”.
La última sección de la conferencia incluyó otros títulos que articulan discurso no heteronormativo sobre la infancia queer: Frozen, Curse of the Cat People, La mala educación, Ma vie en rose, Tomboy y Krampack.